martes, 22 de febrero de 2011

2 consejos para salir de la rutina y empezar a hacer cambios positivos en tu vida

Si has caído en la rutina, te sientes aburrido y sin sentido, presta atención. Te doy 2 tips para empezar a hacer cambios en tu vida. Descubre que es lo que te detiene para disfrutar más de tu vida.

La gente se despierta se toma su desayuno, bueno si es que les da tiempo para eso, ya que todos los días viven con prisa, con preocupación, tensión, ya ni tiene tiempo para su familia, para sus queridos, la relación con su pareja, ya no está muy bien que digamos, ya se aburrieron porque ya cayeron en la rutina y eso los consume.

Cada día cada persona se va al trabajo, regresa de su trabajo, llega cansado, estresado, con mucha tensión, le dice a su esposa que le dé de cenar, la esposa hace lo que pide el marido, después de cenar, prende la televisión, en un ratito más se va acostar y al día siguiente repite todo lo mismo.

Para estas alturas, ya te habrás olvidado de tus sueños, aquello que soñaste cuando eras niño, ¿te acuerdas? Soñabas en grande, pensabas en grande, nadie podía frenar tu imaginación, los limites los ponías tú, ¿cierto? Pero ahora te pregunto ¿dónde está aquello que anhelabas?, ¿estás en dirección a tus metas?

Ahora te das cuenta que la rutina es dañina, frena tu creatividad, no te deja disfrutar de la vida, de vivir el momento que es el único regalo que tenemos.

Te voy a dar dos tips que puedes hacer al respecto, primero que nada:

1. Dedícate tiempo

Tiempo para ti, de encontrarte contigo mismo, en la vida no sólo es comer, trabajar y dormir. No, claro que no, eso es lo te hicieron creer desde niño que tenías que trabajar por el resto de tu vida, que el trabajo se vuelva un adicción, una rutina, que no da tiempo ni para tu familia.

Pregúntate ¿estoy viviendo la vida que quería? ¿Me estoy acercando a mis objetivos? Si no, es hora de que hagas algo al respeto, de que tomes acción inmediata y empezar a disfrutar la vida, que a eso venimos a este mundo.

2. Haz algo diferente

Para que puedas salir de la rutina, tienes que hacer algo diferente por consecuencia tendrás resultados diferentes, decía Albert Einstein el borde de la locura es “hacer las mismas cosas y esperar resultados diferentes” no mi querido lector las cosas así no funcionan…

Si las cosas con tu pareja, con tu trabajo, con tu negocio y con tu familia ya no funcionan porque han caído en el aburrimiento pues tienes que hacer algo diferente, debes cambiar tu manera de vivir, vuelve a hacer las cosas que hiciste cuando estabas empezando con tu pareja, negocio, familia o puedes hacer algo mas trascendental y así le darás un cambio drástico a tu vida.
Por ultimo no esperes que alguien haga las cosas por ti, porque el único responsable de tu vida “eres tú”, nadie hará las cosas por ti.

Jaime Hernández, autor

La comunicación entre el hombre y la mujer... dos mundos diferentes

No podrán negar que la comunicación es vital en cualquier relación y la descomunicación sigue siendo motivo de conflictos en cualquier escenario, llámese trabajo, hogar, la calle... Se dice que de cada diez problemas nueve se generan por una mala comunicación. Revisando el libro de Allan y Barbara Pease "Porque los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas", recordé muchas de las situaciones típicas que se producen en una relación interpersonal y sobre todo entre un hombre y una mujer.

Veamos algunos casos. Cuando una mujer requiere ir a los servicios, por lo general suele buscar la compañía otras mujeres, en ese momento los lavabos pueden convertirse en sala de reuniones sociales o centro de prensa. En el caso del hombre, acude generalmente por una sola razón; difícilmente pide que lo acompañen, ya que podría prestarse a malas interpretaciones. Otra característica es que los hombres se apoderan del control remoto del TV, podría afirmar que se ha convertido ya en una extremidad más de su cuerpo, mientras que para las mujeres puede resultar lo mismo ver la publicidad. Las mujeres critican en los hombres su falta de afecto, su poca comunicación para expresar lo que sienten por ellas. Por su parte los hombres critican la forma de conducir en las mujeres, su falta de orientación en las calles; por hablar demasiado y no ir al "punto". Se dice que una mujer puede encontrar rápidamente las llaves de la casa pero puede tardar una "eternidad" para encontrar el camino corto para llegar a destino.

Algo que he aprendido con los años de matrimonio es que las esposas solo desean que las escuchen, no esperan necesariamente soluciones a sus problemas, porque ya las tienen. Lamentablemente, para ellas, los hombres, somos solucionadores de problemas por excelencia y llevamos "de fabrica" un esquema lineal: problema - solución, causa - efecto. Por ejemplo cuando la esposa te dice "no sé que vestido ponerme para la fiesta del sábado", téngalo por seguro que ella ya escogió el vestido se pondrá.

Cuando llevo a mi esposa al trabajo por las mañanas, el trayecto se convierte en una suerte de terapia móvil, pero aunque no lo crean, en un trayecto de 40 minutos, solo pronuncio a lo sumo cinco palabras. Es ella la que habla mientras que yo solo asiento o muevo la cabeza en señal de respuesta. Sin embargo no puedo negar que eso la hace feliz... y yo me siento muy bien.

Allan y Barba Pease comentan que los hombres se quedan sorprendidos de la capacidad que tienen las mujeres para entrar a una sala llena de gente y poder comentar acerca de cada uno de los invitados rápidamente. Siempre me ha llamado la atención la visión periférica que ellas tienen, para ver lo que nosotros no podemos ver, como si tuvieran "ojos en la nuca". Igualmente se sorprenden que una mujer no pueda ver la luz roja intermitente del aceite en el tablero de control del auto. Una de las situaciones que genera siempre un comentario en mi esposa es cuando logro estacionar en paralelo... por lo general dice:"¿como puedes hacer eso?... que envidia¡"

Un acto considerado de debilidad, para los hombres se produce generalmente, cuando no encuentran la dirección de una calle y deben pedir ayuda a una persona que camina por ahí, de ordinario, seguirán dando vueltas, diciendo frases como: "Creo que es por acá... ya estamos cerca". Si le ocurriera a una mujer es probable que le pregunte a la primera personas que encuentre.

Otra de las situaciones frecuentes que nos diferencian es por ejemplo, cuando los hombres queremos encontrar un par de medias en el cajón o sacar la mantequilla del refrigerador, lo más probable es que no paremos hasta llamar a nuestras esposas para preguntarle "¿Dónde la escondiste?, acto seguido llega ella mira rápidamente y toma el objeto como si tuviera en frente una máquina detectora, de esas que se usan en los aeropuertos.

Se han realizado una serie de investigaciones que tienen su raíz en la época de las cavernas. Los hombres y mujeres desempeñaban tareas distintas. Mientras que ellos cazaban, ellas recolectaban. Los hombres tenían que proteger a la familia y las mujeres se dedicaban a criar a los hijos. Como consecuencia de estas actividades ambos desarrollaron sus cuerpos y cerebros, de manera distinta. Hoy queda más claro que ambos sexos piensan y creen de manera diferente. ello se debe, en muchos casos, a sus percepciones, prioridades y conductas, señalan los esposos Pease.

Cuando un hombre regresa del trabajo, cansado, es común que la esposa le haga preguntas sobre como le fue en el día, la respuesta casi siempre es monosílaba... "Bien o mal". Por el contrario la mujer es capaz de contar todo su día a "colores y en varios idiomas" Otro hecho común se da cuando la esposa te pide ir de compras... en ese momento al esposo le empiezan a temblar las piernas y a sudar frió... a lo mejor te dijo que solo quería comprar un gancho y termina llenando el carro... realmente esa si es una prueba de amor . Seguro le habrá pasado que pasa por una tienda de ropa y su esposa le dice: ¡Qué lindo vestido! y sin inmutarse usted le ha respondido... Sí ¿verdad? ahora sigamos caminando o tal vez la clásica escena: Mi amor ¿tu crees que me veo gorda?... esa pregunta suele ser comprometedora... y ¿Qué creen que espera la esposa como respuesta? ¡No mi cielo, estás hermosa y esbelta!, lamentablemente se escuchan respuestas como: bueno... sí estás subida de peso... mejor deja de comer pan y haz ejercicio... ya se imaginan lo que viene luego.

Los cambios vertiginosos producidos en los últimos años, en el mundo, han ocasionado que los hombres y las mujeres asuman roles diferentes al que tuvieron sus padres probablemente. Hoy ambos deben trabajar, llegar a casa y seguir con las tareas domésticas. Personalmente debo decir que tuve que aprender a trabajar en equipo en la casa, colaborar con mi esposa para tener más tiempo juntos. La responsabilidad de la crianza de los hijos debe ser compartida, por la salud de todos. Los hijos reclaman la atención de ambos... ya no hay excusas.

Es importante aceptar que somos diferentes y no me refiero a que uno sea mejor que el otro. Hombres y mujeres tenemos características particulares y es necesario conocerlas, para tener una mejor relación, ya sea en el trabajo o en la casa. Para terminar cierro con esta sabia frase: ¡Que sería de nosotros sin ellas...!

Martín Alcandré Payat. autor.

¿Exito o fracaso?. Consejos para ser exitoso

¿A quién no le gustaría ser un triunfador? Todos deseamos el triunfo. Pero, ¿qué hacemos realmente para ser triunfadores?

Todo lo que se quiera lograr de la mejor manera y, con los menores inconvenientes posibles (objetivos), debe ser planeado. Vivimos el día a día a la espera de que ‘las oportunidades lleguen solas’. Hay quienes dicen y, de ello están convencidos, de que las oportunidades se da a diario. No nos opongamos a ese pensar y, más bien reforcemos la teoría añadiendo, el que debemos estar preparados para detectarlas y saberlas aprovechar.

Los reveses que sufrimos en la vida (personales, de amistades, de estudios, de pensamiento, de ideologías, de comportamientos, de imagen, etc), pueden enseñarnos mucho (retroalimentación). Si aprovechamos las lecciones, y aplicamos los debidos correctivos, nuestras posibilidades de triunfar se ampliarán. Es posible aprender de los fracasos; poner en claro qué los causó, y enmendarlos. Usted dispone del poder para cambiar.

Hay que analizar muy bien las derrotas; estudiar sus verdaderas causas y una vez detectadas éstas, hacerle frente con pasión, entereza, carácter y ante todo con decisión.

Cuando fracasamos en algún cometido, lo ‘normal’ es empezar a buscar culpables : ‘mala voluntad de la gente’, ‘poco entendimiento hacia mis ideas’, ‘no están de acuerdo al que yo sea diferente’, ‘mis ideas están por encima de sus pobres pensamientos’, ‘temen a mis capacidades’, ‘les enfada el que sea simpático (a)’, ‘les molesta mi introversión o extroversión’, etc., pero no pasamos la antesala de nosotros mismos para indagar que hay más allá de esas justificaciones facilistas. Si usted tiene algún conflicto de este tipo, quizá se trate en realidad de una deficiencia suya, para relacionarse con la gente.

Recuerde la frase publicitaria ‘una imagen vale más que mil palabras’, intentemos cuidar nuestra imagen ante los demás. Es difícil, pensará usted y, definitivamente tiene razón. Es bastante difícil. Pero no imposible.

Hay que trabajar por conseguir un alto grado de interacción social. No discriminar clase social, religión, color y, mucho menos aplicar el regionalismo. Ésta última es quizá, junto con la discriminación de raza, la que más popular en el medio. Si usted tiene algún conflicto de este tipo (deficiencia suya), apártela de su mente; piense en la igualdad en todo sentido, ya verá como le irá mejor.

Los hombres somos ‘animales sociales’. Algunos han salido avante en la soledad durante algún tiempo, a base de puro talento, pero la mayoría de las ocupaciones implican relacionarse permanentemente con otras personas. Se podrá tener una gran inteligencia para lo académico y, no obstante, carecer de inteligencia social: es decir saber escuchar, tener tacto, aceptar y hacer criticas en forma convincente. Las personas que gozan de gran inteligencia social reconocen sus errores, aceptan la censura justificada y siguen adelante. Además, saben granjearse el apoyo de sus colaboradores.

Quiere ser un fracasado. Adelante, la gente está dispuesta a colaborarle.

Recuerde que todo es reciproco. Da para recibir. Si no te das a ‘querer’ o a estimar de la gente, estás pidiendo a gritos que te ‘odien’, que te discriminen, que te corten el paso hacia el triunfo. Los compañeros de trabajo e incluso los subalternos, pueden contribuir a que te hundas. Todos necesitamos de todos. No ha habido en la historia un triunfador, que podamos mencionar como ‘triunfador solitario’, siempre hubo a su alrededor muchas o pocas personas que de una u otra manera le apoyaron, directa o indirectamente.

El que tiene inteligencia social, así cometa los errores más garrafales, nunca estará solo. Cuando se equivocan, sus partidarios, amigos y aun los que no lo son, estarán dispuestos a ayudarlos a recuperarse.

A nuestro alrededor hay personas bien intencionadas que piensan en ayudarnos, pero vivimos con la guardia en alto. Las sugerencias, observaciones y/o comentarios, los tomamos como ‘criticas mal intencionadas’, y si tenemos poca habilidad social, nos resultará difícil aceptar esas criticas. Si ellas no han sido presentadas sutilmente, nos ponemos a la defensiva y desencadenamos nuestras emociones, ya que consideramos han ‘herido nuestro ego’; negamos tener alguna responsabilidad, nos enfurecemos y exteriorizamos nuestro mal humor.

‘La falta de autoestima es una causa básica de fracasos. Para comprometerse en una empresa y alcanzar el éxito es necesario creer que uno es capaz de hacerlo... Las personas que no están seguras de sí mismas, por bien que se expresen, suelen hacerlo en tono de interrogación. Es posible proyectar una imagen de seguridad, aunque no se sienta uno seguro’.

Aplicando los conceptos de Frederick Taylor y de Henri Fayol, ‘debemos ser unos especialistas en lo que hagamos’. Algunas personas hacen tantas cosas a la vez que acaban no haciendo bien ninguna. Reconozcamos nuestras propias limitaciones, fijémonos prioridades y reforcemos nuestros puntos fuertes, ya nos daremos cuenta que, más cerca estaremos del éxito.

Fracasar ni pensarlo. Ser un fracasado, menos. Pensemos sólo en triunfar. La psicóloga Annes Sheikn afirma ‘Los investigadores han comprobado que la práctica mental puede tener el mismo efecto que la práctica real’. ‘En muchos sentidos, el cerebro no distingue un evento real de uno imaginario’, afirma el Dr. Gerald Epstein, médico que trata mediante imágenes mentales los trastornos físicos y emocionales, afirmando en tal sentido que, cuando alguien se hace una representación mental del éxito, en rigor está creando recuerdos. ‘De ese modo se crea una nueva pauta de conducta’, concluye.

Imaginémonos triunfadores. Proyectemos lo que queremos lograr y trabajemos para lograrlo. ‘Una detallada representación mental del éxito es más que una fantasía. Una fantasía suele tener lagunas, pues quien fantasea salta demasiado rápido a su objetivo. En el proceso de visualización se deben imaginar las etapas que hay que ir superando, y se avanza paso a paso hacía la meta’.

Shakti Gawain, autora de Creative Visualization (Visualización Creativa) dice: ‘Lo más importante es hacer de la visualización creativa parte de nuestra vida diaria’. Te invitamos a la práctica diaria, empieza a ‘disfrutar’ de antemano lo que puede brindarte el logro de tus metas, comunícale a tu subconsciente lo que quieres hacer, ser, lograr, ella te ayudará. No esperes resultados inmediatos, pero ten la seguridad que lo que quieres lograr se te dará. (Fe).

Revisa periódicamente tu entorno. Aplica en tu persona el análisis Dofa, descubre tus fortalezas, sigue fortaleciéndolas. Trabaja permanentemente por transformar tus debilidades en fortalezas. Detecta las oportunidades que se te brindan a diario, captúralas, y por último, no descuides las amenazas, que son comunes en este mundo de competencia; conócelas y ‘destrúyelas’, convirtiéndolas en oportunidades.

William Jiménez Lemus , Autor

Consejos para solucionar los problemas: Si no hay solución, ¡no hay problema!

En la vida todos los problemas tienen solución. Estamos llamados únicamente a trabajar sobre la calidad de las soluciones y a entender que los estados irresolutos se inscriben mayormente en el imaginario de la gente. La solución de los problemas tiene siempre un origen racional. Ninguna persona “preocupada” tiene el record de problemas resueltos.

Una de las causas más importantes de la angustia que mucha gente siente es la impotencia para resolver algún Problema. Esta es una situación muy frustrante, desestabiliza completamente el equilibrio emocional y progresivamente “secuestra” a la persona y la convierte en un rehén.

Los problemas no resueltos impiden cualquier de tipo de concentración en las tareas habituales, roban tiempo precioso e irrecuperable. El enfoque desaparece y el desenvolvimiento general se debilita. Esta situación nos convierte en personas muy vulnerables, especialmente ante los sucesivos contratiempos que se presentarán. Porque no debemos olvidar nunca que los problemas tienen una rutina incansable: jamás dejan de ser y jamás dejan de aparecer. Problemas no resueltos constituyen puertas abiertas para más problemas.

Sin embargo la buena noticia ya la conocemos: en la vida todos los problemas tienen solución. Y anotemos bien esto, porque no se afirma que todos los problemas tienen UNA solución, se afirma que todos TIENEN solución. La eficiencia en la resolución del Problema es, en este caso, más valiosa que la efectividad. Algunas soluciones pueden tener mejores o peores resultados que otras pero no existe un estado irresoluto. La Calidad de la solución es otra cosa.

Se puede afirmar que hay soluciones que solo complican la problemática (los remedios que resultan peores que la enfermedad), pero aún en estos casos se demuestra que existen soluciones para cada Problema. Cualitativamente tiene mucha diferencia entender que todos los problemas tienen solución (buena o mala) a pensar que existen problemas irresolubles. La primera situación demanda mayor capacidad, la segunda solo genera impotencia y frustración. Hay diferencia entre actuar mal y estar paralizado.

Los únicos problemas irresolubles generalmente se inscriben en el imaginario de la gente. El hombre tiene esa poderosa capacidad de visualizar el futuro, de imaginarlo; anticipa estados, calcula probabilidades, mide hipotéticas consecuencias. Y en un momento dado se encuentra viviendo efectivamente situaciones imaginarias, incluso con un grado de realismo superior a lo factual. Este fenómeno es un manantial fantástico del interrogante “y que pasaría si….?” (los americanos lo llaman “what if…?”), el mismo que probablemente sea el mayor enemigo que tiene la paz mental.

Visualizar hipotéticas situaciones hasta el punto de vivirlas por anticipado obviamente anticipa también la presencia de problemas. Y claro está, estos no tienen solución alguna porque efectivamente no existen.

Ahora bien, anticiparse a los problemas es correcto porque forma parte del trabajo que debe hacerse en la relación causal que estos tienen, pero “anticipar” el Problema es algo completamente diferente. Un Problema no puede anticiparse: un Problema es o no es.

Cualquier confusión aquí puede resultar muy cara. El hombre previsor es el que se anticipa a los problemas, no es el que anticipa la presencia de ellos.

La gente que vive en el mundo del “what if…?” efectúa un ingreso voluntario al purgatorio: el universo del “puede que sí, puede que no”. Es tan grande el grupo de gente que vive así que obliga a la construcción de esta categoría. En ella si hay problemas que no tienen solución, en ella hay también gente paralizada.

La manera más eficaz de evitar este fenómeno destructivo es imaginar el futuro siempre en términos positivos. ¡Esto no cuesta NADA! Es preferible pecar de optimistas y no encontrar los resultados que se desean, que hacer carne de imaginarios problemas que puede deparar el porvenir. La visualización en positivo del futuro produce, además, energías positivas en el presente, altera favorablemente los estados de ánimo vigentes: los fortalece.

Otra manera de no anticipar innecesariamente los problemas es adoptando la actitud de “vivir cada día con su propia afán”. Es sólo el momento específico el que nos está permitido vivir, solo en él tenemos efectivamente dominio sobre nuestros actos e influencia directa sobre nuestras circunstancias, por ello es recomendable “abrir y cerrar” el día que vivimos de la misma forma en que la claridad lo inaugura por las mañanas y la penumbra lo clausura por las noches: démosle a cada día su propio afán, nada menos, pero sobretodo nada más. La función termina al final del día, el telón DEBE caer porque, a la vez, el “show” DEBE continuar el día que sigue.

Algo más: el sueño es un poderoso consejero. La solución a muchos problemas toma forma mientras dormimos. Por ello resulta absurdo que uno mismo se prive de tamaña bendición porque sostenga “problemas que le quitan el sueño…”. La relación es inversa: no deben ser los problemas los que quiten el sueño, es más bien el buen sueño el que ayuda a resolver problemas. Por eso es necesario “abrir y cerrar” apropiadamente cada día; mientras el día está activo invertir lo máximo en cada uno de nuestros actos, extrayendo el “zumo” de la vida, y luego llegado el momento, desactivar todo.

Y si alguien por ahí dice que esto es pecar de facilismo, de inocencia o de ingenuidad, que nos demuestre ¿qué se gana haciendo las cosas de otra manera?, ¿dónde están y quienes conforman esa galería de notables que resolvió más problemas en su vida en tanto que menos durmió?, ¿quién entre los preocupados tiene el record de problemas resueltos?, ¿nos pueden enviar fotografías de estas Ilustres personas, certificados médicos y cartas manuscritas de los miembros de su familia?

El consejo bíblico establece imperativamente: “Que no se ponga el sol sobre vuestro enojo”, y nosotros humildemente nos permitimos el paralelo para pedir “Que no se ponga el sol sobre tus problemas”. Si el día estuvo intensamente activo y el Problema no fue resuelto, mañana se resolverá. La indispensable Pausa no es herramienta de irresponsables o indiferentes, es arma poderosa en mano de los inteligentes. Las personas “oficiosas”, aquellas que a título de responsabilidad viven al ritmo que les dictan sus problemas, son aquellas que hubieran querido construir el canal de Panamá con un pico y una pala en la mano: hasta el día de hoy seguirían trabajando. Las personas inteligentes trabajan resolviendo sus problemas y conquistando sus metas sobre caminos asfaltados, en esta tarea no hay “atajos” efectivos.

Algunos apuntes sobre las personas “preocupadas”: El diccionario dice que Preocupación es: “intranquilidad, inquietud o temor que provoca alguna cosa”.
Y sus sinónimos son: “desasosiego, intranquilidad, ansiedad, nerviosismo, inquietud, pesadumbre, malestar desazón, recelo, insomnio, angustia, manía, neurosis…”

Imaginemos una persona “preocupada” tratando de resolver sus problemas en medio de inquietud, temor, malestar, desazón, angustia, etc. Esto resulta casi absurdo. Sin embargo el entendimiento tradicional da a entender que una persona “preocupada” es justamente aquella que le está prestando más atención a sus problemas: está “pre-ocupada” en su tratamiento.

La preocupación en realidad no es una antesala al proceso de resolución de problemas, la preocupación es una consecuencia de problemas mal resueltos. Nada se gana con preocupación, es más, cuando se llega a ése estado la batalla ya está prácticamente perdida.

Y es que con los problemas en los hechos se libra una batalla, y si bien no siempre se gana, esta no es una batalla que se emprende para perder. El hombre curtido en la batalla extrae beneficios tanto de la victoria como de la derrota pero juega a ganar. El hombre preocupado ya ha sido derrotado antes de pelear, porque aún cuando excepcionalmente llegue a resolver bien sus problemas ha perdido sosiego, tranquilidad y paz. Esto debilita el espíritu para las siguientes confrontaciones y pone en riesgo el triunfo definitivo en la vida.

Tampoco faltarán las personas que afirmen que pedir que se evite la existencia de problemas imaginarios y preocupaciones raya en una ingenuidad ridícula. Al fin y al cabo la vida no es una taza de leche para nadie y estas personas clamarán porque tomemos conciencia de la “cruda” realidad y coloquemos los pies en la tierra.

¿Y que se les puede decir? También raya en lo ridículo que desde aquí se propugne la existencia de problemas imaginarios o se llame a la gente a estar preocupada. Esto no es nada razonable, porque por último es entendible que se tengan los pies en la tierra pero nada obliga a tener la cabeza a la altura de los pies.

Todo se trata de Calidad de Vida. Este tiene que ser el paradigma y algunos tenemos que dar como bueno todo lo que allí conduzca. Entender en este sentido que todos los problemas tienen solución ayuda muchísimo, racionalizarlo contribuye incomparablemente al crecimiento personal.
No hay margen de error ni riesgo alguno al afirmar: SI NO HAY SOLUCIÓN, ¡NO HAY PROBLEMA!

Recordemos esto cada día porque aumentará de manera maravillosa nuestra Fe en la victoria. Y bien nos ha sido dicho por una Sabiduría superior que la Fe mueve montañas
Carlos Eduardo Nava Condarco autor.

domingo, 13 de febrero de 2011

FORMAS DE COMUNICACION...

Tipos o formas del Lenguaje

En nuestra vida el sociedad encontramos múltiples formas, modos y costumbres de hablar y de escribir.

Pulcritud y formalismo literario.
De aquí se deduce que las formas fundamentales o tipos de lenguaje son el oral y el escrito. A estas debemos agregar el denominado lenguaje gestual.
Estas formas están influidas ya sea por el lugar, la ocasión o por el efecto que el hablante o escritor desee conseguir en sus interlocutores, oyentes o lectores.
Así, según dichas influencias, podemos encontrar un lenguaje de tipo familiar o coloquial, un lenguaje natural, un lenguaje literario y un lenguaje técnico o científico, entre otros.
Lenguaje Familiar o coloquial
Es el habla común, típica, tal como brota, natural y espontáneamente, y que presenta la cotidianidad de las personas, sus costumbres y su origen.
Ejemplo: Echarle pa'elante y pa’tras.
Utiliza mucho los apócopes (hacer las palabras más cortas).
Cuando en una obra literaria se hace referencia a que usa un "lenguaje coloquial", se trata de que es una imitación del lenguaje conversacional que el autor pone en boca de sus personajes.
Las convenciones y condicionamientos que la comunicación escrita impone al texto son muy diferentes de los que impone la comunicación oral.
En efecto, el coloquio presenta una estructura abierta basada en la alternancia comunicativa, es efímero y condicionado por la inmediatez, lo cual favorece la improvisación formal.
Lenguaje natural
Es el lenguaje que hablamos todos. Además de emplear un habla o lenguaje familiar, en un ambiente más formal se presenta una corrección en la significación de las palabras.
El individuo, por el hecho de nacer en sociedad, acepta normativamente el lenguaje de su propia comunidad lingüística.
Son ejemplos de lenguaje natural el castellano, el catalán, el vasco o el gallego, en España, y cualquier otro idioma que se hable en alguna parte del mundo. El lenguaje natural se considera un instrumento sumamente adaptado a la comunicación de la vida ordinaria.
Ejemplo: Echarle para adelante y para atrás.
La misa expresión familiar o coloquial en un lenguaje común, pero correcto.
Lenguaje Literario
Es el utilizado por los escritores para hacer gozar, armonizar y vivir su medio. Explicar literariamente hablando lo que piensa o cree.

Ejemplo: Las hojas, contentas y tristes a su vez, se marcharon.

Conversaciones, más bien en tono coloquial.
Lenguaje técnico o científico
Cuyos rasgos característicos dependen de algunas profesiones específicas.
El adjetivo técnico, según el diccionario, se aplica a las palabras o expresiones empleadas exclusivamente, y con sentido distinto de lo vulgar, es el lenguaje propio de un arte, una ciencia, un oficio...
El lenguaje técnico utiliza el lenguaje natural, pero previamente definido en gran parte de sus términos, de manera que las palabras adquieren técnicamente un significado propio y adecuado a los fines de la comunidad que las utiliza. Su existencia responde a las exigencias terminológicas propias de cada ciencia y se forma, como cualquier sistema de signos, por pura convención.
Así, el lenguaje técnico de la física, por ejemplo, define el sentido en que utiliza términos, también propios del lenguaje ordinario, como son fuerza, masa, velocidad, espacio, etc., y el lenguaje técnico de la medicina, oscuro para los profanos, es sumamente útil para la práctica médica, como lo es el lenguaje jurídico para el ámbito legal.

Entonces, el llamado lenguaje técnico y científico no es otra cosa que la utilización de la lengua en determinados ámbitos profesionales. Se trata, por tanto, de un nivel de uso, cuyas peculiaridades se basan esencialmente en el léxico.
Toda ciencia tiene, así, su propio corpus lexicológico, creado por y para los especialistas en ella, que son los únicos que pueden llegar a dominarlo, si bien siempre existen términos que se popularizan y se integran en la lengua común.
El léxico general, el propio de todos los hablantes, puede ser utilizado para transmitir mensajes a todos los que conocen una determinada lengua, y el grado de comprensión de esos mensajes dependerá del nivel de información que posea el receptor. Pero el léxico de un lenguaje especializado no puede ser dirigido a toda la gente y no admite distintos grados de comprensión.
Veamos un ejemplo esclarecedor, una definición tomada del Vocabulario Científico y Técnico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Veamos qué es una charnela desmodonta.
Charnela desmodonta es la "charnela propia de los pelecípodos clavícolas, formada por repliegues ligamentarios paralelos al borde de la concha, sin verdaderos dientes".
Y si miramos la voz charnela, veremos que se trata de la "estructura mediante la cual se articulan las dos valvas que forman el oxeoesqueleto en los pelecípodos, braquiópodos y ostrácodos. Punto de máxima curvatura que presenta un pliegue geológico en un perfil transversal al mismo".
Cambiemos ahora de diccionario y miremos qué es una charnela en la lengua general, en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE): (del francés "charnière".) Bisagra para facilitar el movimiento giratorio de las puertas. Gozne, herraje articulado. (Zool.) Articulación de las dos piezas componentes de una concha bivalva.
Rasgos lingüísticos del lenguaje técnico-científico
1. Lo primero que hay que señalar es que el lenguaje científico es plenamente normativo, es decir, cumple las reglas del sistema lingüístico en el que se encuadra.
2. Se caracteriza por ser un lenguaje objetivo, ya que transmite una información que no se basa en impresiones o sensaciones personales, sino que es producto de una experiencia y puede ser demostrada.

Claro y preciso, lenguaje técnico o científico.
3. Ordenación lógica de los contenidos. Han de existir en la disposición de la información el rigor y el orden necesarios para que el texto sea coherente. Cada párrafo debe apoyarse en el anterior y dar pie al siguiente, de manera que el receptor pueda seguir la línea discursiva.
Lo más frecuente es que se trate de textos analíticos, con una afirmación inicial y una explicación o desarrollo posterior.
4. Predominio de la función referencial, puesto que se limitan a transmitir información. Su propósito fundamental es la transmisión del conocimiento objetivo de la realidad.
Ver: PSU: Lenguaje y Comunicación: Pregunta 010_2005
5. Formalización, creación de sistemas de símbolos propios de cada ciencia: numeración, formulación química, etc.
6. Nivel léxico-semántico. Ya hemos señalado que la característica más sobresaliente del lenguaje científico es la existencia, en cada disciplina, de un vocabulario propio y especializado. El grado de dificultad de intelección de los términos nos indicará el nivel de especialización de cada texto. La palabra nacida en el seno de una ciencia, utilizada por los expertos en ella -difícil, por tanto, para el profano- y dotada de un sentido muy preciso, es lo que se denomina un tecnicismo.
La creación del vocabulario científico sigue distintos caminos, que pueden ser:
Helenismos, palabras creadas sobre la base de prefijos o sufijos griegos: crono-logía, termo-metro.
Cultismos latinos: virus, célula, óvulo.
Barbarismos, sobre todo, anglicismos: robot, Laser.
Palabras de la lengua corriente a las que se da una acepción unívoca y concreta.
Acrónimos, ADN, IBM.
La cualidad semántica más destacada es la univocidad y precisión. Cada término ha de referirse a un solo objeto o concepto y ha de evitarse cualquier ambigüedad.
El lenguaje especializado exige un significante propio para cada significado. Un texto científico en el que cada noción especializada no tuviera una palabra (un significante) propia sería necesariamente un texto confuso. Sólo los especialistas pueden distinguir con precisión los términos propios de su ciencia, ya que frecuentemente éstos tienen la forma de una palabra del léxico general, pero en el texto científico o técnico tienen un significado unívoco para su empleo especializado.
Quien pretenda interpretar el sentido de las voces propias de un campo especializado, sin ser especialista, caerá en una confusión total, pues cometerá el error de tratar esos términos como si fueran palabras de la lengua general, y la realidad es que no tienen nada que ver con ellos.

Lenguaje jurídico y administrativo
Se trata, como en el caso de la ciencia, de otro uso especializado del lenguaje, correspondiente ahora al mundo del Derecho y al de la Administración. Sus caracteres son, por tanto, similares a los del lenguaje científico, si bien los diferencia el hecho de que éste es innovador, crea constantemente neologismos que se incorporan a la lengua, mientras que el correspondiente al mundo jurídico es muy conservador, tiende a utilizar expresiones y esquemas lingüísticos fijados hace mucho tiempo y mantiene muchos arcaísmos.

Mundo jurídico, lenguaje conservador y farragoso.
Por lo demás, responde a las mismas necesidades de exigencia terminológica y son precisamente el léxico y la fraseología los que mejor lo caracterizan.
Los tipos de escritos son variados, según el ámbito en el que se encuadran. Así, podemos encontrar escritos normativos, a través de los cuales se promulgan leyes, decretos, etc. (Código Civil); sentencias judiciales; textos de profesionales del Derecho (escritos notariales, contratos, etc.); de solicitud, como las instancias, etc. Pero todos responden a unos caracteres lingüísticos esenciales, aun poseyendo sus peculiaridades específicas.
Rasgos lingüísticos del lenguaje jurídico administrativo
1. Ordenación lógica y progresiva de los contenidos: nada es explicable sin lo anterior.
Si observamos un texto legislativo, veremos que todo está perfectamente estructurado: las leyes se dividen en capítulos, los capítulos en secciones, éstas en artículos, los artículos en párrafos o apartados...
2. Objetividad, aún mayor que en el lenguaje científico, ya que cualquier decisión judicial, por ejemplo, ha de basarse en fundamentos jurídicos.
3. Cita explícita de todos los elementos que intervienen en el proceso: actuantes, circunstancias, etc., así como los argumentos de hecho y de derecho, de manera que todo quede explicitado y no haya ambigüedades ni malas interpretaciones. Por eso resulta un lenguaje realmente pesado y farragoso para el profano.
4. Ya nos hemos referido al esquematismo que conlleva, de tal modo que los escritos son siempre iguales, por lo que pueden confeccionarse impresos, sobre todo en el mundo de la administración, que no requieren más que los datos y circunstancias concretas.
Como ejemplo podemos señalar una instancia, donde se ordenan estos apartados:
- Un encabezamiento, con los datos del solicitante.
- El "expone", con dos partes:
Presentación de los hechos.
Fundamentos de derecho.
- El "suplica", donde se hace la petición.
- Despedida formularia.
5. Nivel léxico-semántico. El vocabulario es muy amplio y muy rico, con multitud de términos que sólo se utilizan dentro de su ámbito.
Lo más característico de este vocabulario es la existencia de multitud de arcaísmos y latinismos, herencia del Derecho Romano: enfiteusis, abintestato, cohecho.
Precisión y univocidad absoluta de todos los términos, con el fin de conseguir el máximo de objetividad.
Las frases hechas a que aludíamos son expresiones fijadas por el uso tradicional, pero que hoy carecen de un sentido literal. Es el caso de fórmulas como: Es gracia que espera alcanzar del recto proceder de V. L, cuya vida Dios guarde muchos años.
Ver: Niveles del habla
Ver: Funciones del lenguaje
Fuentes Internet:
http://www.elcastellano.org/alberto.html
http://acebo.pntic.mec.es/~aromer3/Lengua/Tipologia_tex/contenidotipo.htm

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